1er Objetivo Anual: Vig-Bay, ¡conseguido!

Me desperté con ganas de correr y me animé más al verle la cara al día: soleado, con algunas nubes y fresco, pero no frío. Puesto que no soplaba viento, un día bueno para correr. Sin embargo, he de reconocer que me puse algo nervioso hasta que salí de casa. Me fui en moto a Samil y allí ya estaban los 3.000 muy animados, record de participación. Yo ya estaba muy tranquilo, no hay como ir en moto sin ropa adecuada para bajar la temperatura. Llegué un poco tarde. A las diez se cerraba el guardarropa y a menos cinco estaba apagando el motor. En fin, como tuve que hacer cola los nervios volvieron a aflorar cuando a las diez y diez todavía no había guardado la bolsa y, con sólo dos personas delante, los del camión guardarropa cerraron las puertas diciendo que no metían una bolsa más. Afortunadamente, tuve suere y la copiloto cogió mi bolsa y la llevó en el asiento con ella.

Calentamiento suave, me cruzo con el Furacán do Ribeiro, pero creo que no me reconoció al saludarlo. ¡Estaba muy concentrado! Después ya ví que hizo un tiempo estupendo, como acostumbra. Tenía diez minutos para trotar y estirar un poco y eso fue lo que hice. Al final, me sitúo en el cajón de los que esperan hacer un tiempo entre 1h45' y 1h55' (cada uno donde le corresponde).

Se da la salida puntualmente y allá vamos. Nos esperan 21.097m de carrera. Primero una vuelta a Samil y tras cruzar el arco de salida por segunda vez, ya tomamos definitivamente el camino hacia Bayona. Los primeros kilómetros corriendo más tranquilo, acelerando progresivamente. Las sensaciones son muy buenas, por lo que espero poder lograr mi tiempo objetivo 1h50'. El primer kilómetro marcado es el quinto, 27'. Según lo previsto, pero no me puedo despistar. El siguiente quilómetro 5'7''. El séptimo kilómetro incluye el repecho de Canido, que rompe el ritmo, 5'38'', después seguimos subiendo, pero menos, 5'26'', y bajando, 5'15''. A partir de aquí la carretera baja, de hecho, noto como se me cargan los cuádriceps debido a la pendiente. También me molesta en algunos tramos la inclinación de la calzada, pero no tengo mayor dificultad en mantener el ritmo: 5'4'', 5'3'', 4' 58'', 5', 5'7'', 4'57'',...Los kilómetro se suceden y me fastidia que en ningún momento encontré a otro corredor con un ritmo parecido al mío, siempre un poco más rápidos o un poco más lentos. La carrera es solitaria pero voy animado porque está en mi mano bajar de la hora cincuenta minutos.

Llegando a Playa América ya noto el cansancio y viene a mi memoria que, justo al pasar la playa, entre los kilómetros 16 y 17 tuve el bajón que fastidió el objetivo de 2008 de bajar de las dos horas (hice 2h2'45''). También es cierto que el año pasado hizo mucho calor y no fueron pocas las ambulancias que se llevaron a varios corredores que sufrieron lipotimias. El caso es que sigo yendo bien, y me fuerzo a mantener el ritmo de los cinco minutos el kilómetro.

Por culpa del de verde tuve que aflojar el ritmo los últimos doscientos metros, ¡si es que no se puede correr en paz!

Ya en Bayona aprieto los dos últimos kilómetros (en realidad no mucho, más bien, evito relajarme) y adelanto a bastantes corredores a los que la carrera ya les pesaba. Me alegro de ver a mi particular afición y cruzo el arco de meta con un tiempo real de 1h49'13'' ¡Objetivo conseguido!

¡Hasta la próxima!

Previa Vig-Bay

Mañana toca correr la media maratón. Primero de los cuatro objetivos del año. Parece que el tiempo va a ser fresco y, conociendo la zona, no me extrañaría que nos molestase el viento racheado.

Esta semana ha sido de "descanso". En realidad, lo único que he hecho fue entrenar poco, ya que descansar, lo que se dice descansar...pues no. De hecho he dormido bien poco de lunes a jueves. Por la mañana antes de ir a recoger el dorsal fui a nadar. Hice 1.100m y mientras nadaba pensaba en la estrategia de carrera. La voy a resumir en: correr. Bueno, primero más suave y después, si hay fuerzas, más fuerte. El perfil de la carrera lo explica perfectamente.

Por cierto, antes de recoger la bolsa del corredor me pusieron este folleto en la mano.

¡Quién sabe! Podría ser el quinto objetivo del año. Claro que también recuerdo que el año pasado, tras rematar la Vig-Bay, pensé "hay que estar chiflado para correr ahora otros 21km". Ya veremos.

Turismo salmantino

Aprovechando el festivo de San José y utilizando uno de mis días de vacaciones, he construido un puente. La idea era festejar un aniversario importante realizando un viaje de turismo en familia, por tierras salmantinas.

El primer día lo dedicamos a viajar de Vigo a Salamanca. Parada en Zamora y llegada a media tarde. Dedico unos minutillos a correr por la orilla del Tormes para despejar la cabeza y sumar algunos kilómetros. Voluntariamente escapo del casco antiguo, que supongo atestado, y tendré tiempo de visitar más tarde. Por la noche, quedo encantado con la Plaza Mayor.

El viernes nos dedicamos a pasear la ciudad. De arriba a abajo, visitamos aquellos lugares "imprescindibles". Esto equivale a integrarte con la marea de turistas y ser uno más. Es curioso que en estos casos, te vas encontrando sucesivamente con los mismos grupos una y otra vez. En cualquier caso, la visita merece la pena. En cierto modo, me recuerda a Santiago de Compostela, ciudad monumental donde las haya, plagada de turistas y estudiantes. Por la noche, antes de salir a cenar, gimnasia y estiramientos en el hotel.

Este verraco y yo tenemos algo en común: poco sentidiño. El primero no tiene cabeza, el segundo la utiliza cada vez menos.

El sábado, como sabía que llegaríamos entrada la noche a Salamanca, a las ocho ya estaba correteando por Salamanca: por las orillas del Tormes, cruzo el puente romano y saludo al verraco, recorro el casco antiguo, tiro hacia el norte, después hacia el oeste,...tres cuartos de hora. Suficiente para descubrir que a esas horas la temperatura es suficientemente baja para rozar el catarro con otitis al día siguiente. Después, visita a la Peña de Francia, algunos de los pueblos cercanos y Ciudad Rodrigo, bien conocida en nuestros días por la publicidad que algunos lugareños hacen de sus virtudes y, en este caso, la publicidad ni engaña ni exagera.

Vista desde la Peña de Francia

El domingo me levanto echo polvo, con dolor de oído y garganta, pero afortunadamente, va remitiendo durante las primeras horas del día. Supongo que con el cabreo de pensar que enfermaba el domingo antes a la Vig-Bay. Como tocaba retirada hacia tierras gallegas, pensamos en aprovechar el día recorriendo el noroeste de la provincia, visita a las Arribes del Duero, ya que quedaba casi de camino...¡salmantinos, no vale reírse de los turistas despistados!

Aquí rodaron la primera parte del Señor de los Anillos, pero quedaba mejor decir que fue en Nueva Zelanda, ¡esnobismo puro!

Alimoche en vuelo. Tomé la foto en Ambasaguas.

A la ida fui andando y en familia, hasta mitad de camino. Después dije aquello de "yo tiro un poco más". Regresé corriendo campo a través (de camisa y con zapatos). Para compensar, tuve que comerme un rico cochinillo.

El Duero visto desde el entorno de la ermita de la Virgen del Castillo, en Pereña.

Quizás haya sido la parte del viaje que más me ha gustado por la sorpresa de disfrutar de un entorno natural que desconocía y no esperaba (de hecho, ni ojeé la guía antes del viaje).

Me río yo de los que entrenan con mochilitas de 7kg para esos maratoncillos por el desierto...

Todo esto ha supuesto que fuese una de las peores semanas de entrenamiento del año, pero también la más divertida y aprovechada.

Unas cosas llevan a otras

Saint-Exupéry comenzó a trabajar para las líneas Latécoère en 1926. Esta línea aérea tenía entre sus objetivos establecer vuelos regulares entre Francia y África. En un primer momento se unió Toulouse y Casablanca para, a continuación, prolongar el trayecto hasta Dakar. En aquellos tiempos la vida de los pilotos era dura y los accidentes frecuentes. Debido a esto, pese al poco tiempo transcurrido desde 1919, en 1926 hubo que substituir a muchos de los pilotos veteranos. Saint-Exupéry formaba parte de la savia nueva.

Después de unos meses de aprendizaje, Antoine, a los mandos de un Bréguet XIV A2 nº215 F-AFEH, a las 6h 50m, inició sus vuelos como piloto de la línea entre Toulouse y Casablanca. Su primer trayecto fue Toulouse-Perpignan, llegando a transportar el correo entre Casablanca y Dakar. Un año más tarde, el director de la aerolínea lo nombró jefe del aeropuerto de Cap Juby, donde tuvo la difícil misión de mantener buenas relaciones con los representantes del gobierno de Madrid en el protectorado de Río de Oro, con los árabes insurgentes y, al mismo tiempo, asegurar la regularidad de los vuelos. Durante aquel tiempo escribió Correo del Sur.

Bréguet XIX, el avión de nuestro protagonista durante su paso por Latécoère.

1926, tan sólo 23 años después de los exitosos vuelos de los hermanos Wright en Kitty Hawk. Creo que es poco conocido que entre los pioneros de la aviación se encontraba Louis Bréguet. Este piloto e industrial francés, nacido en París en 1880 y fallecido en Saint-Germain en 1955, fue uno de los primeros pilotos y constructores de aviones del mundo. Tenía un gran interés por los helicópteros. Louis y su hermano Jacques Bréguet pasaron a la historia como pioneros de la aviación, ya que su aparato Bréguet l "Gyroplane No. 1" fue el primer giroplano tripulado e impulsado exclusivamente por un motor que logró elevarse del suelo, 60cm. Esto ocurrió en 1907, bastante antes de que entre 1920 y 1923, De la Cierva hiciese con sus autogiros algo más que elevarse del suelo.

Bréguet XIX, para grandes travesías (y aún hay quien se queja del Airbus A320)

Durante la primera guerra mundial, Louis construyó el Bréguet XIV, que contribuyó eficazmente a la victoria de los aliados. La construcción del Bréguet XIX permitió, después de la guerra, realizar grandes travesías, principalmente la primera, de Este a Oeste por el Atlántico Norte, protagonizadas por Cortés y Bellonte.

Este modelo tiene las clásicas agujas de la marca, por cierto, ampliamente imitadas.

Sin embargo, hoy en día se conoce más (es una forma de hablar) a la familia Bréguet por ser una familia de relojeros e inventores de origen suizo. El patriarca de dicha familia, Abraham Louis Bréguet (Neuchâtel 1747 - París 1823), estudió matemáticas y aprendió relojería en Versalles y Londres. De regreso a París, abrió un establecimiento de relojería. Inventó numerosos dispositivos, interesándose por los escapes, para dar a los relojes mayor precisión. Revisar el catálogo de clientes de Bréguet es definir el quién es quién en la historia de los últimos siglos. Otro asunto es que los usuarios de dichos relojes, aprecien el valor del descubrimiento científico, la ingeniería mecánica, la pasión por la perfección o la búsqueda de la aventura que ha caracterizado al menos a una parte de la familia Bréguet.

Tierra de los hombres

Ya se palpa la emoción de los días previos al Marathon des Sables. Los hay que nos conformaremos con seguir la carrera en la distancia, tratando de imaginar el calor del desierto, los pies deslizándose por la arena, las distancias interminables y la camaradería de un viaje que debiera ser una aventura.

Pensando en el desierto y las aventuras, me acuerdo de Antoine de Saint-Exupéry. Supongo que la mayor parte de la gente sólo lo conoce por ser el autor de "El Principito", o ni siquiera lo conoce. Esto no quita que le tenga un especial aprecio y recomiende vivamente la lectura del libro "Tierra de los hombres".

Sólo cuando estamos unidos a nuestros hermanos por un objetivo común, ajeno a nosotros, respiramos, y la experiencia nos demuestra que amar no es mirarse el uno al otro, sino mirar juntos en la misma dirección. No hay camaradas que unidos en la misma cordada, hacia la misma cumbre, no se encuentren en ella. De lo contrario ¿cómo, incluso en el siglo de las comodidades, podríamos experimentar una alegría tal al compartir nuestros últimos víveres en el desierto? ¿De qué valen frente a esto los pronósticos de los sociólogos? A todos los que, entre nosotros, han conocido el profundo gozo de los accidentes en el Sahara, después, cualquier otro placer les ha parecido fútil.

[...]

Sólo seremos felices cuando tengamos conciencia de nuestro papel, incluso del más discreto. Sólo entonces podremos vivir en paz y morir en paz, pues lo que da un sentido a la vida da sentido a la muerte.

Corriendo por Padrón y Vigo

VII Carreira Popular Concello de Padrón

El sábado nos fuimos a Padrón con la sana intención de participar en la carrera, unas como espectadoras, otro como corredor. Mi intención era la de realizar un entrenamiento de cierta calidad y disfrutar del ambiente, más que hacer una marca determinada. Sin embargo, después de la cena de despedida de uno de mis ex-compañeros de trabajo que celebramos el viernes, tras acostarme a las cuatro de la mañana y dormir seis horas escasas, tenía mis dudas sobre las sensaciones que podía tener en carrera.

Pero bueno, pese a que casi no llego a tiempo para la salida, allí estaba dispuesto a correr por un circuito del que había oído que era muy bonito. Carrera a dos vueltas. Los primeros metros todos muy apretados, pero poco a poco el grupo se fue estirando y comienzo a adelantar a otros corredores. De hecho, adelanto y adelanto a otros corredores. Estas sensaciones me son desconocidas, pero claro, debí de salir el penúltimo y, aunque de forma natural pertenezco a la cola del pelotón, al Sr. Bernal todavía lo puedo pasar. Acabo la primera vuelta en 25'42''. Tenía pensado correr a 5'13'', así que voy un poco más rápido de lo previsto. Aquí me doy cuenta de que el circuito no es tan bonito como esperaba, pero bueno, tampoco está mal. La segunda vuelta la realizo yendo de un grupo al siguiente, aunque como suele ser habitual, también me pasan otros corredores. Charlo un rato con unos chicos del gimnasio Korpore de Carballiño, hasta que me animen a que tire, que se me ve bien (supongo que no estaban para muchas charlas y yo de pesado). Llegando a meta esprinto (me pico porque sí, con los dos corredores que llevo delante, supongo que por tener ya poca sangre en el cerebro). Al final remato con un tiempo de 49'39'' (real), lo que equivale a mejorar mi mejor marca en un 10.000m. Quizás debería plantearme ir a por los 45' a final de año, una vez alcanzados los retos marcados para 2009.

Epílogo

Nos quedamos a la entrega de premios y al sorteo. El acto estuvo bastante animado, pero lo que realmente me dejó impresionado fue la ovación que recibió el Sr. Bernal. Seguro que dobló en decibelios a los segundos más aplaudidos y vitoreados. Increíble, para que digan que no se valoran los logros de la vejez.

Domingo, el piscis tira a la playa

Después de haber dormido algo más que el día anterior, me levanto con la intención de cumplir con la tirada larga semanal. Con el día de sol que hizo hoy, no me he resistido a estrenar mi nueva gorra y salir a correr hacia la playa. Finalmente he cumplido con 18km y 105 minutillos, notando las piernas algo cargadas. A continuación algunas fotos que tomé durante la salida.

Pinar en Samil

También me animé a trotar un poco por la arena

Desde la isla de Toralla

El agua tenía un aspecto magnífico, pero no se estaba bañando nadie.

Apunte médico

La nota negativa del fin de semana la pusieron mi estómago, mis intestinos o ambos. Ayer después de la carrera se me revolvieron las tripas, diciendo hasta aquí hemos llegado. Menos mal que en la negociación in extremis llegamos a un acuerdo y llegaron 100 metros más adelante. El caso es que no sé si fue el frío o algo que comí. Hoy seguía igual, los quince últimos minutos del entrenamiento matutino estuve paseándome por el filo de la navaja. A las cuatro de la tarde, mi media naranja y yo disfrutábamos de un Almax en compañía. Habrá que preguntarle al doctor si se pueden contagiar ciertos males a través de toda esta bloguería, porque si es así, a lo mejor cojo algo de fuerza, resistencia o velocidad de la que algunos van sobrados.