domingo, 26 de abril de 2009

Especies montañeras

El Xocas es un animal, o animaliño (según se mire), de la especie homo sapiens, subespecie "aficionado al deporte": de tipo medio, más bien blanquito, con un hervidero por cerebro y muchas ganas de hacer muchas cosas.
En este breve estudio antropológico, que no pretende ni mucho menos ser exhaustivo, se analizarán algunas de sus características de comportamiento cuando se agrupa con otros animales de su subespecie.
Convenientemente informado hace poco más de una semana de una serie de marchas en BTT, decidió apuntarse a la primera de ellas. Para ello, en un alarde de capacidad analítica, sopesó dos factores. En primer lugar, la VIII Marcha BTT Faro de Budiño era la única que se ajustaba a su calendario personal, debido a haber adquirido compromisos previos. En segundo lugar, y más importante, al final de la misma se serviría lacón con grelos a los participantes. Ésta sería la primera marcha en BTT para el homínido en cuestión.
Así, el Xocas se presentó en la salida con su dama de hierro, hace quince años conocida como bicicleta de montaña, y que en la actualidad ni tan siquiera supera los estándares mínimos de cualquier centro comercial francés. Las características de la montura se detallan a continuación. Cuadro de acero, versión hembra (sin duda, una muestra de la extraordinaria capacidad de adaptación al medio del Xocas, y también muestra de que le traen al pairo las miradas envidiosas de sus congéneres). Sin suspensión de ningún tipo, después de todo, tanto sus brazos como sus piernas todavía flexan adecuadamente. Sin pedales automáticos, no vaya a ser que tenga difcultad en desenganchar los pies en el momento más inoportuno. Con neumáticos de uso recreacional, los más apropiados para la bicicleta, que no para el uso de la misma. Y frenos tipo cantilever (aunque el trasero apenas funciona, lo que tiene sus consecuencias como se verá más adelante).
Como es bien sabido, el Xocas siempre se encuentra con alguien conocido allá donde va, y esto también ocurrió esta mañana. Se entretuvo departiendo con un compañero de universidad al que hacía tiempo que no veía. Como era de prever, la conversación en algún momento giró en torno al trabajo y, para su alivio, pronto se dio la salida.
Quedaban por delante algo más de 33 km y la organización advirtió cariñosamente de que los que tardasen mucho, se quedarían sin comer los pinchos. Esto actuó como acicate para los allí presentes. Por contra, lo estrecho de los primeros pasos, provocó embotellamientos frecuentes al inicio de la prueba. Aunque básicamente se trataba de subir, la ruta era del tipo rompepiernas. Se subía para después llanear y a continuación bajar. Por caminos, tramos cortos (muy pocos) de asfalto y trialeras. El Xocas subía como la media de un pelotón de medio pelo, lo que le permitía mantener su posición en el grupo, que distaba de ser dominante, pero le conformaba agradablemente. Sin embargo, lo rápido que algunos congéneres le adelantaban en las bajadas, fuesen estas técnicas o no, le hizo reflexionar sobre que quizás le falten valor, técnica, medios y un punto de locura. Seguramente todo ello.
Apenas a 200m de la llegada al avituallamiento intermedio, en torno a la mitad de la prueba y bajando una pendiente pronunciada, el Xocas se encontró con grandes dificultades para mantener una velocidad acorde con sus capacidades. Echó el trasero hacia atrás, las piernas le tropezaban con el sillín para hembra de su bicicleta de montaña. Intentó frenar con el freno trasero (¡vaya!, el que no frenaba) y apretó más de la cuenta el delantero, obsequiando con una bonita pirueta a los allí presentes. Afortunadamente, hay poco que romper tanto por parte del homínido como de la máquina, por lo que ni tan siquiera hubo susto (cualquiera lo hubiese podido prever).
Ya en el avituallamiento y departiendo con uno de los avitualladores, descubrió que hace apenas un par de años, en una de las trialeras que venían a continuación, un ciclista se partió la cabeza contra una roca y tuvo que ser evacuado en ambulancia. Ambulancia que hubo de ser empujada por los voluntarios allí presentes, para salir del lugar. Después, pasó una semana en coma, antes de volver a ser igual o parecido. Esta breve historia le hizo considerar el tomarse las bajadas con un punto más de prudencia.

En algún momento bajó de su montura, embriagado por los notables paisajes que le rodeaban
Por eso, subiendo mantuvo el tipo de forma notable, no utilizando más que el plato pequeño y la séptima corona en las rampas más duras (entre otras cosas, porque no tenía más coronas) y dejando pasar a otros más descerebrados que él en las bajadas, que cada vez se hacían más peligrosas.

El Xocas todavía mantiene la ilusión de ser un animal libre

Tras finalizar la prueba, lavó su bicicleta con el cuidado que le caracteriza y ya se disponía a marchar, cuando olió el lacón con grelos y recordó que, a veces, los planes casi salen bien.

Sin embargo, no todo salió como preveía

6 comentarios:

Jesús Carlos dijo...

Menuda has realizado con la bici, sin suspension, de acero y sin pedales automaticos. Eres clasico como yo. No llevar tanta tecnologia y material punta no quita que se pueda disfrutar igualmente. Nos veremos por ahi. A seguir disfrutando del deporte. Saludos

davidiego dijo...

Xocas es un héroe!
(y el plan renove?)

Furacán dijo...

Olé! me has recordado a mi primera marcha en btt con un hierro del carrefour jajaja
Enhorabuena por acabar y muy chula la crónica!

Asier dijo...

Bueno a partir de ahora iran cayendo unas cuantas mas, no?

Xocas dijo...

Jesús Carlos, me ha quedado un sabor agridulce. Veía que con una técnica mejor y más arrojo lo hubiese hecho mejor (¡ay es cierto!, esto no era competitivo).

Davidiego, ¿un héroe? No, no, más bien un animaliño. El plan renove lo voy a tener que adelantar, pero este año no pinta muy bien.

Furacán, piso terreno que conoces bien. Gracias (se me ocurrió la idea durante un rodaje, después de hablar del ínclito Félix Rodríguez de la Fuente aquel día).

Asier, no lo dudes. Seguramente el 26 en Mos.

Si te lo tengo que explicar... dijo...

"Lo importante es el indio, no la flecha". Muy buena historieta.