¿Y si pasamos y nos piramos?
El sábado tocaba un entreno ligero sobre la bici y 20 minutillos de trote aderezados con cuatro rectas. Eso decía el programa, pero, finalizando la segunda recta, la parte posterior de mi pierna derecha se contracturó súbitamente y tuve que parar de forma inmediata. Estiré y estiré y aún así regrese al punto de encuentro cojeando. Ya en casa, la directora ejerció de fisioterapeuta y fue capaz de deshacer parte del entuerto, pero me imaginaba que no amanecería a tope.
Además, había que subir unas escaleras y darse un paseo por boxes...
Y así fue. La pierna me dolía al andar, el cielo estaba cubierto y la temperatura de camino a Arteixo llegó a bajar hasta los 15ºC. A ratos lloviznaba. Viajábamos hablando de todo y pensando en mi segundo abandono. Sinceramente, no me veía capaz de correr los cinco kilómetros.
¿Por qué no se descontó este tramo de la carrera a pie?
Llegamos al polígono, preparé todo y me fui a la playa. El mini-objetivo del día era nadar en menos de 14 minutos. Salí desde atrás y, sin embargo, la natación fue muy limpia. Sin problemas de orientación pero un poco incómodo por el movimiento del agua. Rodeé la dos boyas y me dirigí a la playa. Cuando me levanté el cronómetro marcaba 14'01''. Por los pelos. Queda para la próxima.
Vamos a ver que sale.
En este triatlón la primera transición es para comentar aparte. Al menos trescientos metros corriendo por la playa, después unos dos pisos de escaleras y, finalmente, un paseíto por un aparcamiento en la que la gravilla limaba cualquier callo, dureza o lo que se pusiese por delante. Atravesé la playa como pude y subí las escaleras corr...como pude también. La pierna me daba la lata. Al menos perdí seis posiciones.
Juanjo sacándole los ojos a André. No tiene piedad.
La bici, a cuatro vueltas. Por un polígono. Un sube y baja con sus repechos y una subida tendida que se hizo un poco duro. En todo caso, no fui capaz de alcanzar un ritmo en el que me sintiese a gusto y tampoco me quedé enganchado a la estela de algún grupillo. Eso sí, pedaleando no tenía molestias y el sol hizo acto de presencia. Esto me anima mucho y el domingo no fue menos. Pero bueno, lo malo de tanta vuelta es que al principio salgo concentrado, durante la segunda siempre caigo en que no batiré ningún record, en la tercera vuelta ya no sé si es la última (menos mal que llevo cuentakilómetros) y en la última pido la hora, aunque el domingo me iba fijando en las empresas para las que trabajamos y en aquellas para las que no. Sin comentarios.
El circuito era bonito, con suaves toboganes.
Foto de equipo (parcial), faltan los buenos de verdad. Pendiente para Pontevedra.
4 comentarios:
Cualquiera que te vea en la última foto diría que no corriste...
Siempre te pasa algo pero al final no lo haces nada mal. En Pontevedra vamos temblar todos, sobre todo en la bici, con el pedazo de badenes que hay.
Te sales xocas, lesionado y te marcas un 4,30 de media. Ufff lo tuyo no es normal: Familia, trabajo, deporte... ¿Cuando entrenas?
Por supuesto mi mas sincera enhorabuena y admiración
Fran
Davidiego, la verdad es que no corrí gran cosa.
Furacán, hombre, siempre no. El caso es que me fastidió porque esperaba hacerlo mejor (¿un par de puestos más? je, je) y no me lo pude demostrar.
Fran, gracias pero exageras. Corrí contracturado, no diría que lesionado. Y entrenar, bueno, entreno a a deshora. A diario es raro que empiece antes de las 21h.
Publicar un comentario