martes, 20 de marzo de 2012

Chapucillas

Hace dos años y tres meses que tengo un pulsímetro polar. Curiosamente cuando me acercaba al final de la garantía, la correa empezó a aflojarse, rompiendo hace poco más de un mes. Entretanto, ha dejado de cumplir su función principal sin avisar de que la batería de la cinta se había muerto. Y ya no marca la velocidad en la bici. Esto último es preocupante porque la batería del sensor de velocidad debería durar unas 2.500h y estoy seguro, pero segurísimo, de que no las he pedaleado. Total, que ya estaba pensando en enviarlo a la papelera.
Pero he cambiado la batería. Afortunadamente era eso, le dio pereza avisar de que tenía necesidad de nuevo alimento. Además, como salgo de viaje mañana y el viernes quiero realizar un test, he "arreglado" la correa de forma provisional. Si funciona bien, me ahorro los 26€ que piden por una nueva. Ahora me toca cambiar el sensor de la vaina a la horquilla, a ver si acercándolo recibe la señal, que ya ha debido empezar a flojear. En cualquier caso, este aparato no me acaba de gustar.

4 comentarios:

davidiego dijo...

Despistado!! Si hubieras publicado esta entrada hace una semana no tendrìas que esperar otro año hasta San Garmin...

Xocas dijo...

Despistado no, que la caja es común. Pero bueno, dentro de unos meses, tocará San Garmin 910XT, San Suunto Ambit o quizás nada de nada, yo que sé. Saludos desde la T4.

Manuel Tintoré Maluquer dijo...

¿Dónde andas, amigo Xocas?

Xocas dijo...

De Semana Santa en Ribadavia. A mi regreso tratare de retomar mis rutinas blogueriles. Un saludo