sábado, 24 de enero de 2009

BCN-VIG (casi)-MAD-BCN-VIG

¡Estupendo el entrenamiento de resistencia psicológica de ayer! Hoy estoy molido, pero con mucha confianza, porque sé que la cabeza no me fallará en momentos decisivos durante la temporada (bueno, en mi caso decir temporada es una forma de hablar).

Salimos de Manresa a las 16:30h y como siempre nos perdimos en la entrada de Barcelona. No obstante, llegamos a tiempo al aeropuerto y a las 18:50h ya estábamos embarcados. Nunca mejor dicho. Después de una hora de espera dentro del avión (el calentamiento), el piloto se decide a despegar y, una vez en el aire, nos advierte que hace un tiempo de perros en Vigo. ¡Vaya por Dios!
El vuelo con pena y sin gloria. Dos de los tres pasajeros de la fila posterior tienen miedo a volar y una incontinencia verbal galopante. Durante la aproximación al aeropuerto de Vigo las turbulencias hacen su aparición. Nada de llegar de una en una, todas juntas. Cuando ya estábamos muy cerca de la pista, el comandante no lo debió de ver claro porque empezamos a remontar vuelo mientras íbamos de un lado a otro. Media hora después nos informan que nos vamos a Madrid.
Aterrizamos en Barajas (allí también hizo acto de presencia Eolo) y la afición deseaba bajar o escapar del aparato. Eran las 22:30h. La azafata nos da la bienvenida a Madrid, al tiempo que expresa su deseo de que hayamos disfrutado del vuelo. ¡Como no!, hemos sudado, las pulsaciones subieron a intervalos adecuados y la distancia recorrida invita al optimismo.
En primera instancia la compañía no quería permitir que ningún pasajero abandonase el avión. Después debieron de echar la cuenta de los billetes que se ahorraban (en Madrid el que bajaba lo hacía bajo su responsabilidad y la compañía se desentendía), y autorizaron la salida. Bajaron las tres cuartas partes del pasaje.
A la 1:30h llegamos a Barcelona (finaliza el entrenamiento de calidad). Recogemos las maletas y nos vamos al mostrador de incidencias. Aprovechamos para realizar un enfriamiento adecuado, por aquello de relajar la musculatura cerebral, y, después de una corta espera, llego a la habitación de un hotel en los alrededores del aeropuerto a las 3:45h.
El comandante salió de Barcelona sin canas y aterrizó en Barcelona con más canas que Richard Gere

Resumen del entrenamiento:

Distancia recorrida: unos 2.300km

Tiempo empleado: 6,5 horas.

Calorías ingeridas: las de 2 caramelos, 1 magdalena con pepitas de chocolate, 1 zumo de naranja (también nos ofrecieron 1 vaso de agua a cada uno). Para reponer electrolitos me bebí medio litro de Acuarios en el Prat a las 2:30h.

Calorías gastadas: ¡ni se sabe!

Pulsaciones medias: bajas. Antes de meterme en la cama increíblemente bajas.

Pulsaciones máximas: mejor no saberlo.

Como es bien sabido, después de un entrenamiento de calidad, no se puede realizar otro igual, así que hoy tocaba un rodaje suave. Despegamos de Barcelona con media hora de retraso (por el mal tiempo en el Prat), y salvo que hubo que interrumpir el embarque porque el finger se venía abajo por el viento, y que el despegue fue el más movido que recuerdo (y no son pocos los vuelos que llevo encima), no hubo mayor incidencia que alguna que otra turbulencia.


Al final, ratifico lo que decía en el post anterior, soy un tipo con suerte. Ayer no me la pegué en Vigo.

2 comentarios:

davidiego dijo...

se te ha olvidado poner foto de la camiseta finisher.

joe, como anda el servicio (aéreo)

miedo me da ir a NZ... Madrid-Londres-Tomboctú-Islamabad-Moscú-Tokio-Honolulu-La Paz-Miami-Madrid... tres meses después...

Xocas dijo...

¡Vas a viajar a Nueva Zelanda! Ese viaje sí que tiene buena pinta. Suerte con el servicio (aéreo).