miércoles, 9 de febrero de 2011

El efecto Pere Navarro

Se veía venir. No voy a entrar ahora sobre los asuntos de la regulación de velocidad del tráfico. Aunque cuando bajando Puxeiros, en las curvas limitadas a 60km/h, con la bici sin forzar bajas a más de 60 quizás algo no esté bien ajustado (¡ay que le ponen matrícula a las bicis!). El caso es que últimamente no soy capaz de ir más que una vez por semana a la piscina, y esta semana no va a ser una excepción, así que mi nivel se mantiene en su estado habitual: lento. Con lento, quiero decir lento. Es decir, nada de "lento, hoy forzando no he sido capaz de hacer menos de 1'30'' el cien". No, no, no, no. Lento quiere decir que cuando lo doy todo y el corazón me sale por la boca apenas bajo de 1'50''. Así que entrenando normalmente me muevo por encima de los dos minutos el cien.
Aclarado esto, ya cuento que la semana pasada me presenté en la piscina. Tocaba un entreno más bien corto, primero unos largos con ejercicios variados y después cuatrocientos metros con aletas. Y a eso me puse. Dos nadadores más compartiendo calle, uno se fue pronto. El otro insistía. Sin problemas, nos entendíamos. Llegó el que faltaba. Lento a morir y haciendo unos ¿ejercicios? de los de ver para creer. Bueno, mala suerte. El caso es que era uno de esos tipos que siempre tienen preferencia. De los que nadan a braza y ocupan su calle y parte de la adyacente. Soy paciente, que sí. Incluso cuando lo adelanté dos veces en el mismo largo, después de haberme parado en el primer tercio de la calle y dejarle unos diez metros de ventaja, conservé la calma.
Y llegó el turno de las aletas. Las tomé del borde de la piscina y el socorrista se dirigió a mí muy serio. ¡Anda! ¿Es por mí? Pues sí, resulta que no se permite la utilización de aletas en la piscina. No daba crédito. La semana anterior no había tenido problemas y eso que compartía la calle con dos nadadores súper-senior. ¿Se supone que voy a ser yo el que incordia? Estuve por salir del agua para pedirle seriedad. ¡Pero sin con aletas ni siquiera nado rápido! Pero me corté, me corté porque los puntos no me los quitan pero igual sí algún bono. En fin, que ahora tengo que solicitar autorización al director de la piscina y esperar la venia.
Yo a mi bola, ¿vale?

Pero no nos vamos a amargar por algo así, ¿verdad? A ver si encuentro esta piscina por el barrio que seguro me dejan llevar aletas, palas y flotador.

9 comentarios:

CiegoSabino dijo...

Sí, manda narices que nos tengamos que quejar a veces "los lentos" tiene tela, jajaja (soy de tus ritmos). A mi en ocasiones lo que me desespera es alguno que viene de espaldas, por supuesto sin saber, y que a veces viene por medio de la calle o vete tú a saber por dónde y cómo puedes esquivarlo.

Ah, si encuentras la piscina esa avisa.

Triatlòn Nazareno dijo...

quillo tus aletas no seran de buzo no ? un saludoo

Carles Aguilar dijo...

Las aletas son para la playa...... (je, je...)

afca dijo...

paciência, paciência, amigo Xocas!!!

davidiego dijo...

aprende a nadar a mariposa y no te cortes las uñas.

Unknown dijo...

ese tipo de cosas suele pasar!
cuando hay dias que me toca nadar solo en una piscina publica me pongo en calle de nado rapido (tambien existen calles de nado lento) y siempre te toca luchar con una señora mayor que va a pies braza y quiere la calle toda para ella.
Pues bien un dia me dispuse a nadar con palas y...mimadriña la que me monto la señora de marras...que si ocupaba toda la calle con las palas,que existia el peligro de hacerle daño...
enfin...es asi...y no se puede luchar contra esas cosas...

Atalanta dijo...

Aquí tampoco se puede nadar con aletas. Lo que no entiendo es po que sí te dejan con palas. Misterios de la piscina y el agua ocultos para los nos iniciados o sea para los lentos.

Mildolores dijo...

Las normas de las piscinas son raras, diferentes, variables e ininteligibles.
todos nos hemos pillado un calentón de ese tipo, peores que los de los cienes a 1´30.

¡Y encima las boyas humanas se van de rositas!
A veces es conveniente ser un poco menos cortes y dar algún toque de aviso, que se enteren que estás entrenando y que emigren a otra calle mas lenta, no sea que traguen agua.
Es duro, pero es así. Si no saben cual es la calle que les corresponde habrá que hacerselo saber atropellando.
De las aletas, pues nada, seguro que te dicen eso de "cuando no haya gente en tu misma calle".

Xocas dijo...

Ciego, hace nada tuve un choque de cabezas con uno de esos que dices vienen de espaldas.

Nazareno, unas pequeñitas muy majas en espera de autorización.

Carles, me da que sí.

Mildo, será mejor que no intente lo de la ley del más fuerte porque llevo las de perder.


Gracias por vuestros comentarios, a ver si me pongo al día el finde.
Agostinho, de esa no falta.

Davidiego, uf, que gore (y que cansado, ¿no?).

Pablito, cierto, pero al menos en tu caso, el aumento de velocidad está justificado.

Atalanta, he utilizado las dos cosas y hasta la semana pasada nadie me había dicho nada.