lunes, 30 de julio de 2012

XII Triatlón Cidade de Pontevedra

No se conforma quien no quiere
El puente de los tirantes


Pues eso. Tres años participando en GGEE 35-39. En 2010 quedé de penúltimo y me clasifiqué porque bastaba con rematar la carrera. La directora no quiso viajar a Pulpí y con el poco mérito que tuvo la clasificación a mí tampoco me apetecía demasiado. No me he arrepentido. En 2011 dejé a unos pocos detrás. Aún menos mal, fue el primer tri de la temporada y estaba falto de ritmo. En 2012 hice mi mejor participación, pero esto fue claramente insuficiente. Habrá que seguir trabajando porque algún año sí que me gustaría clasificarme. Eso sí, ya no será en este grupo de edad.
De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente


Y la prueba fue como sigue. La natación sin neopreno. No estuvo mal, pero no hice mi mejor actuación porque empecé un tanto descolocado. Salí desde atrás y me estorbaron algunos participantes. La "anécdota" ocurrió cuando ya enfilaba el pantalán de salida. Un triatleta de los que salían en la tanda posterior chocó conmigo. No satisfecho, apoyó ambas manos en mi espalda para asegurarse de que iba en la dirección correcta y continuó como si yo fuese un tronco que flotaba por ahí. Si los maleducados volasen, no se vería el cielo.
Por si alguno pensaba que no me esfuerzo en las carreras

En la bici no sé que pasó. Los grupos me adelantaban y por más que lo intentaba, no conseguía engancharme a ninguno. El circuito, por si fuera poco, tenía su miga. No por la cuestecilla, que se llevaba bien, sino por las glorietas. En la primera vuelta, creyendo que el carril bici era parte del recorrido ciclable, descubrí que estaba equivocado. Lo descubrí porque de repente me encontré sobre la acera sin margen para hacer otra cosa que saltar al asfalto. Menos mal que estas artistadas no se me dan del todo mal. Sudando la gota gorda, mantuve un parcial aceptable.
Juanjo mirando el panorama. Es lo que tiene clasificarse por segunda vez.

Y en la carrera a pie, pues bueno, a sobrevivir, porque pronto descubrí que el calor me pasaba factura y no era capaz de llevar el ritmo que me hubiese gustado. Es decir, no el que me hubiese gustado, sino el que podría de estar algo más fresco.
Los auténticamente rápidos: el podio + 1, Pablo Dapena el peligro rubio.

Así que no estuvo mal. Al menos no me hicieron el afilador como al compañero Pablo Fuentes que acabó con sus huesos en la carretera, ni me sacudieron en la natación como al amigo Juanjo (Juanjo, a ver si es que estás perdiendo tono muscular y te notaron blandito, je, je, je).

1 comentario:

Anónimo dijo...

de qualquer forma tens vindo a pregredir ano após ano e quem sabe se com a mudança de categora pela idade não irás fazer melhor ainda...espero que sim!