Desde ayer estoy de mini-ruta, así que practico una variante del triatlón, "o triatlón do Xocas", que consiste en volar, literalmente, conducir un coche y practicar algo de deporte hacia el final del día. Así, ayer volé de Vigo a Bilbao, recogí el coche de alquiler y ya en la transición, la primera sorpresa. No había coches de la categoría con la que suelo moverme, así que me dieron uno de categoría superior. Estando como estaba en Bilbao, esto se entiende como "si no tenemos un León, pues te llevas el BMW".
La ruta fue variada. Primero a Zamudio, después a Llodio (ese pueblo en el que algún municipal se toma un tiempo fotografiando al bicherío de la zona, cosa que por cierto me entretiene mucho), finalmente a Zumaia dando un rodeo por San Sebastián y Zarautz, porque no hay viaje en el que llegue a todos los destinos a la primera, a veces ni a la segunda.
Fin de trayecto: Zumaia. La carretera de la costa maravillosa
Para finalizar el día, 45 minutos de carrera, cambiando de ritmo en mitad del entrenamiento. Después de medir la distancia en Google Maps me he llevado la sorpresa de que hice más distancia de lo previsto y con sensaciones bastante buenas. Por lo tanto, me he autoconvencido de que ya puedo hacer un 10.000 en 50 minutos o menos (para mi, una proeza). No veo el momento de ponerme un dorsal y salir con el cuchillo entre los dientes. A ver si así no tropiezo con los de cola del pelotón.
A lo que sí le llevo dado muchas vueltas, es lo que tiene viajar solo, es que el deporte popular es un buen indicador del nivel de vida de los pueblos. En Chile y México no recuerdo haber visto correr a nadie, aunque me consta que sí hay afición, pero menos. Sin embargo, estos días me he hartado de ver corredores, ciclistas, piragüistas y hasta a algún osado parapentista.
Ahí desayuné hoy, mientras comprobaba el correo y leía unos documentos. Mi oficina no suele ser tan bonita
Como en la bici, hay días que las "piernas" no van
Hoy sin embargo, tocó duatlón. Primero coche (Zumaia-Bergara-Pamplona) y después carrera, complementada con unos tres cuartos de hora de gimnasia y estiramientos. Mañana, triatlón inverso (finalizando con el maratón de la T4).
6 comentarios:
cuidado con los boxes.
por cierto, necesitas un gps y no dar tantas vueltas con el coche.
Agotadora jornada de entrenamientos y competiciones.
Vista la foto del desayuno, me ha entrado jambre.
Está claro que las transiciones las tienes más que controladas!
Pues si que te das paseos, si. Ya sabes como somos en Bilbao, BMW o mas!!! jaja.
Si has estado en Zamudio has pasado cerca de donde yo suelo estar currando.
Davidiego, se habían agotado, al igual que los coches normalitos.
Mildolores, el desayuno estupendo, hasta que me puse en serio con el correo electrónico...
Furacán, el día que me toque una transición de verdad, pediré que me graben en video. Tendremos para reirnos un año entero.
Asier, a Zamudio voy con relativa frecuencia. El martes eché allí la mañana.
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