viernes, 23 de abril de 2010

Los forzados de la carretera. Tour de Francia 1924

El año pasado leí u oí una entrevista a un ciclista de cuyo nombre no me acuerdo. Fue durante el Tour. Se quejaba de que hoy en día no se valora el esfuerzo que hacen los ciclistas, que sólo se aprecian las grandes gestas del ciclismo clásico, cuando se corría por carreteras infames y con unos medios algo más que precarios. En aquel momento pensé que los ciclistas son muy esforzados, pese a todo ese mar de fondo del ciclismo profesional, pero ahora...no sé. Sin duda los esfuerzos y sacrificios son increíbles, pero he leído el libro de Albert Londres.
Al parecer Londres fue un pionero del periodismo de investigación. Aunque sus crónicas estaban habitualmente ligadas a temas "serios", en 1924 siguió el Tour de Francia de 1924. Las crónicas de aquellos días se recogen en el libro "Los forzados de la carretera. Tour de Francia 1924". No tienen desperdicio, se intuye lo que vendrá, pero también lo mucho que ha cambiado todo. Aquellos pioneros eran hombres de leyenda y, posiblemente, ni lo supieran.
Atravesamos Las Landas. Aún no hemos acabado de cruzar Las Landas y tenemos tiempo para contar, gota a gota, la resina que cae de los árboles en pequeños tazones. Las cigarras comprenden que el paisaje se ha vuelto pesado; ellas también se ponen con ensutiasmo a frotar la piel de su vientre con los extremos de sus patas en nuestro honor. El contierto no está mal pero yo prefiero la guitarra.
Han salido a las diez de la noche de Les Sables; llegarán a las seis y media de la tarde. En esta etapa sumarán veinte horas y media de sillín.
- ¿No creéis que nuestras mdres tendrían razón si nos las encontráramos en Bayona para darnos una zurra?-dice Tiberghien.
Llegamos a Castets y alguien se despierta. Tres hombres se largan. Uno pincha, es para pegarse un tiro en la sien. Dos se lanzan por el interior... Pequeño golpe de efecto... Son "segundones".
Omer Huysse es el que logra batir a los ases. ¡Bien jugado!
¡Y bien! ESto no es nada. Los dos mil cuarenta y cuatro kiómetros recorridos no son más que el prólogo. La fiesta comenzará el jueves, así lo quiere la canción de la carretera: "Se acabó el paseo, mañana llegan los Pirineos".
Quinta etapa del Tour de 1924, la más larga de toda su historia: 482km.

5 comentarios:

Furacán dijo...

Flipante!

inma dijo...

Para mi el ciclismo supone un esfuerzo sobrenatural. los que tienen buenos "respaldos" triunfan... sincermente preferio que un ciclista se dope algo. a un futbolista que cobra una pasta que además el banco x ha concedido un crédito para pagar a este.. Un mundo la agresividad brilla a flor de piel..

PARA MI TIENEN MERITO LOS CON "NOMBRE" Y LOS " SIN NOMBRE".. LA BICI ES MUY DURA.. ..

S2

davidiego dijo...

tipos duros.

Xocas dijo...

Furacán, lo es. El libro merece la pena.

Inma, es un esfuerzo increíble. En cuanto al dopaje, me parece intolerable, más aún cuando puede ser realmente peligroso. Sin embargo, lo del fútbol no tiene nombre, es una mafia increíblemente consentida a muchos y muy distintos niveles.

Davidiego, y tanto.

Si te lo tengo que explicar... dijo...

Éste me lo apunto para la lista de la compra Xocas; me flipan estos documentos de la épica del ciclismo. Gracias.