Hace un par de viernes disfrutamos de uno de los mejores días de estas vacaciones. Fue en la playa de Melide, cerca de Cabo Home. Hasta allí hemos ido muchas veces. Es un lugar ideal para pasar el día al aire libre y más si luce el sol y la temperatura acompaña. La playa es más bien pequeña, tiene unos 250m de longitud, está en un extremo de la península del Morrazo y, por tanto, las aguas son limpias, pero también frías. Una de las virtudes de esta playa es que es raro que esté atestada de gente, quizás porque el acceso no es especialmente bueno, ya que es a través de una pista de tierra.
Para el día tenía programada una doble sesión de entreno. En primer lugar, tocar agua, con neopreno, por supuesto. Llegamos a eso de las doce y lo primero que hice fue bajar a la playa y entretener a los bacalaos más cercanos mientras me ponía el traje negro. El agua estaba clara como nunca. Nadando de una boya a otra, se veía el fondo marino perfectamente, a pesar de la relativa profundidad a la que nadaba (creo que en el punto más profundo habría unos tres metros). El sol penetraba en el agua y se veían los rayos dispersarse. Completé el entreno casi sin darme cuenta, salvo porque se me abrió el apetito. Como tenemos por costumbre, dimos cuenta del almuerzo en el pinar que hay junto a la playa.
Ya por la tarde, tras el correspondiente baño de sol y siesta regenerativa sobre la fina arena blanca, tocaba una sesión corta de carrera a pie. En la zona hay tres faros el de la punta de Cabo Home, el de punta Subrido y el de punta Robaleira. Entre ellos, diversas pistas forestales, algunas de ellas un poco rotas. Poco desnivel, con zonas de sol, pero también de sombra y siempre con unas vistas estupendas. Así, no es de extrañar que la carrera la hiciese casi sin sentir.
Para finalizar el día, un nuevo chapuzón con la afición que, además de aliviar mis acaloradas piernas, sirvió para echarnos unas risas. Sin duda, hay días mejores que otros.
4 comentarios:
Se habla así de una playa de las Maldivas,el próximo día la tienes llena.
y que se mantenga así muchos años!
¡Guárdate el secreto! (Pero invitanos a unas cervezas un dia de estos por allí)
-Mildo-
Davidiego, mientras no asfalten la pista, espero que la cosa no se desmadre.
Furacán, ¡eso!
Mildo, está echo, mi móvil está en Facebook.
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