Aprovechando el festivo de San José y utilizando uno de mis días de vacaciones, he construido un puente. La idea era festejar un aniversario importante realizando un viaje de turismo en familia, por tierras salmantinas.
El primer día lo dedicamos a viajar de Vigo a Salamanca. Parada en Zamora y llegada a media tarde. Dedico unos minutillos a correr por la orilla del Tormes para despejar la cabeza y sumar algunos kilómetros. Voluntariamente escapo del casco antiguo, que supongo atestado, y tendré tiempo de visitar más tarde. Por la noche, quedo encantado con la Plaza Mayor.
El viernes nos dedicamos a pasear la ciudad. De arriba a abajo, visitamos aquellos lugares "imprescindibles". Esto equivale a integrarte con la marea de turistas y ser uno más. Es curioso que en estos casos, te vas encontrando sucesivamente con los mismos grupos una y otra vez. En cualquier caso, la visita merece la pena. En cierto modo, me recuerda a Santiago de Compostela, ciudad monumental donde las haya, plagada de turistas y estudiantes. Por la noche, antes de salir a cenar, gimnasia y estiramientos en el hotel.
Este verraco y yo tenemos algo en común: poco sentidiño. El primero no tiene cabeza, el segundo la utiliza cada vez menos.
El sábado, como sabía que llegaríamos entrada la noche a Salamanca, a las ocho ya estaba correteando por Salamanca: por las orillas del Tormes, cruzo el puente romano y saludo al verraco, recorro el casco antiguo, tiro hacia el norte, después hacia el oeste,...tres cuartos de hora. Suficiente para descubrir que a esas horas la temperatura es suficientemente baja para rozar el catarro con otitis al día siguiente. Después, visita a la Peña de Francia, algunos de los pueblos cercanos y Ciudad Rodrigo, bien conocida en nuestros días por la publicidad que algunos lugareños hacen de sus virtudes y, en este caso, la publicidad ni engaña ni exagera.
Vista desde la Peña de Francia
Vista desde la Peña de Francia
El domingo me levanto echo polvo, con dolor de oído y garganta, pero afortunadamente, va remitiendo durante las primeras horas del día. Supongo que con el cabreo de pensar que enfermaba el domingo antes a la Vig-Bay. Como tocaba retirada hacia tierras gallegas, pensamos en aprovechar el día recorriendo el noroeste de la provincia, visita a las Arribes del Duero, ya que quedaba casi de camino...¡salmantinos, no vale reírse de los turistas despistados!
Aquí rodaron la primera parte del Señor de los Anillos, pero quedaba mejor decir que fue en Nueva Zelanda, ¡esnobismo puro!
Alimoche en vuelo. Tomé la foto en Ambasaguas.
A la ida fui andando y en familia, hasta mitad de camino. Después dije aquello de "yo tiro un poco más". Regresé corriendo campo a través (de camisa y con zapatos). Para compensar, tuve que comerme un rico cochinillo.
El Duero visto desde el entorno de la ermita de la Virgen del Castillo, en Pereña.
A la ida fui andando y en familia, hasta mitad de camino. Después dije aquello de "yo tiro un poco más". Regresé corriendo campo a través (de camisa y con zapatos). Para compensar, tuve que comerme un rico cochinillo.
El Duero visto desde el entorno de la ermita de la Virgen del Castillo, en Pereña.
Quizás haya sido la parte del viaje que más me ha gustado por la sorpresa de disfrutar de un entorno natural que desconocía y no esperaba (de hecho, ni ojeé la guía antes del viaje).
Me río yo de los que entrenan con mochilitas de 7kg para esos maratoncillos por el desierto...
Todo esto ha supuesto que fuese una de las peores semanas de entrenamiento del año, pero también la más divertida y aprovechada.
8 comentarios:
qué bonito!
y qué viaje más aprovechado!
si has probado la apacibilidad de su vivienda quizás tu voluntad esté hechizada.. y volverás (Cervantes dixit)
Pues eso que te llevas, que no todo va ser entrenar, aunque parece que se nos va la vida en ello.
Bonito reportaje.
Bonito puente. Ya me gustaría a mí pasar por Salamanca con la familia. Lo malo es la gente charra esa ¿no?
Vamos, me refiero a que dicen que se suben en cabras y van como locos, o van corriendo a todos lados...
Buenooo, ya la has cagado, si hasta te has hecho una foto con el verraco jejeje pero no sabes que por ahí hay un virus suelto? mira como tiene la cabeza esa gente.
vas acabar convertido en jaramugo! cualquier día menos pensado te pones a correr de Vigo a Santiago en plan verracada nui... nui!
Davidiego, espero volver. Nos han quedado muchas visitas y recorridos pendientes.
Mildolores, el viaje fue un acierto, aunque ya sabía que no sumaría muchos kilómetros esa semana.
Ramón, menos mal que te conocen, je, je, je. La verdad es que, aprovechando que no nos leen, esa gente tiene un nivel que da miedo.
Furacán, de Vigo a Santiago no sé, pero de Vigo a Ribadavia no es mala idea. Hay que seguir sumando kilómetros y quizás un poquito a pie y un poquito corriendo...Habría que poner fecha. ¡M.!, vas a tener razón con lo del virus.
Jodío, tenías que haber dicho algo, nos habíamos tomado una caña y te había enseñado mi pueblo y los mejores sitios para comer y demás. Me alegro que te gustara. Las Arribes sí que son impresionantes.
Como bien dice Furacán, el sábado tenemos la Verracada Nui!! entre los verracos de Ciudad Rodrigo y Salamanca.
Atalanta, te tomo la palabra para la próxima vez.
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