Es un incívico y un sinvergüenza por aparcar así, pero los demás eramos unos envidiosos móvil en mano quitando fotos sin parar y babeando alrededor (véase un ejemplo más en la acera de enfrente).
Pero es que me acerco y...¡sorpresa!
¡Si es un coche familiar! Sí, sí, Ferrari, descapotable, con tropecientos caballos, y el burro que lo conduce (¡hay que ver que mala es la envidia!), pero familiar. ¡Existe esperanza! Pues nada, el Xocas como el Ferrari. ¿Quién dijo que no puede? ¿Que no reúne las condiciones? El Xocas lo puede todo, hasta ser padre de familia. Como un Ferrari.
El motor del Xocas
5 comentarios:
Y el Michael J. Fox que vendió el suyo porque no le entraba la sillita...
Vaya notas! a mi no me da demasiada envidia la verdad, los coches ni fu ni fa...
Vaya que sí, que menuda sorpresa lo de la silla. No sé yo si tu santa va a estar muy por la labor del Ferrari. ;). Que paséis buenas noche toda las familia.
increible!!
aprovecho para dejarte saludos y que pases una feliz noche buena
un abrazo
Davidiego, ya ves, una excusa de mal pagador.
Furacán, ahí coincidimos, los coches tampoco me dicen nada...
Atalanta, pues no creo que le haga mucha ilusión porque dos y el perro se quedan fuera :-(
Germán, gracias por los buenos desos, disfruta de lo que resta de las fiestas.
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