Vamos con una crónica tradicional y breve. Día soleado y temperatura suave en Lugo, así que ideal para disfrutar del penúltimo triatlón del año. Llegamos al área recreativa con tiempo suficiente para prepararlo todo y, aún así, me tocó hacer cola para realizar esas tareas que nadie puede hacer por uno. Más de veinte minutos que sirvieron para que no pudiese calentar y también para enterarme de que la bici empezaba con una subida de adoquín bien empinada. Historias de triatletas que subían a pie, que se caían, consejos de salir con el plato pequeño y una corona grande...justo como no había dejado mi bici en boxes.
En el agua
Salida desde el agua. ¡Qué delicia nadar en el Miño! Salgo desde la última fila y me molestan los nadadores, sobre todo en la primera y segunda boyas. La próxima vez no saldré desde el fondo. Creo que es mejor que me pasen algunos a tener que pasar a los pocos que dejo atrás. Por primera vez bajo de los quince minutos.
En la bici
Neopreno, dorsal, gafas, casco y a correr. A correr de verdad porque la zona de boxes es inusualmente larga, tanto que por un momento me planteo si apurar para ganar un par de puestos antes de subirme a la bici. Llego al adoquín y, efectivamente, la cuesta se las trae. Así que calzo un pie y pongo el otro sobre la zapatilla para que me dé tiempo a cambiar de desarrollo rápidamente. Una vez en el circuito me veo solo como de costumbre. Siento nostalgia de Villagarcía y veo a Álvaro un poco más adelante, me propongo darle caza. Llego al primer giro y me pasa un grupo de tres a toda velocidad. Me sumo a él y alcanzamos a Álvaro. Él también se queda con nosotros. ¡Qué fácil rodar en grupo! Me cuesta pero no demasiado. Si hubiese visto a otro grupo a tiro hubiese saltado a por él. Pero bueno, dejaremos estas artistadas para la próxima temporada.
En un momento dado, miro el velocímetro y vamos en un falso llano que pica hacia arriba a 35km/h. Siempre que veo estas velocidades me acuerdo de la impresión que me causó saber que a 30km/h un accidente en coche ya puede ser mortal. Eso decía el libro de teórica de la autoescuela. No por eso aminoramos el ritmo.Finalmente remato el sector a una media superior a los 30km/h aunque el tiempo oficial no indica esto. ¡Qué transiciones tan largas!
A pie
Al poco de empezar la carrera a pie me pasa un coredor del Universidades de Vigo. Casualmente el hombre de barba que aparece en la foto de la natación a mi lado. Para motivarme pienso que es imposible que sea más rápido que yo. ¡Cómo si no fuese evidente! Me pego a él como una lapa y así completamos casi las dos vueltas juntos. Casi porque hizo un cambio de ritmo que no pude seguir. Creo que me despisté y cuando quise reaccionar ya lo vi lejos. Carrera a un ritmo de aproximadamente cuatro minutos y medio el kilómetro.
En definitiva
Triatlón con muy buenas sensaciones, ahora que llevo los entrenos más desordenados. Me ha encantado el lugar, los recorridos y, por supuesto, el cariño que recibo siempre que voy a Lugo. Pero claro, esto tiene truco.
6 comentarios:
artista! estás que te sales. enhorabuena!
buena competicion joaquin,sobre finales de mes estoy por alli ,saludooooosssss
lo pasaste bien...estuviste relajado, venías de vacaciones y deja que te diga 4'30''/kms está mui bien
te espera a 19 el cross
abrazo
A los entrenos ordenados que le den .... morcillas, jajaja.
Parece que todo te fue bien y el último párrafo es el resumen perfecto, así que otro más en la lista de "repetibles" para el año que viene (si por entonces no te has pasado a la larga, jajaja).
Buena carrera Xocas! cada vez mejor!
Gracias a todos. La verdad es que fue un domingo estupendo. Es un triatlón muy recomendable.
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