A.L. Breguet, relojero ya reputado por su profunda comprensión de la mecánica y su sentido intuitivo, inventó el dispositivo increíble que iba a anular estas diferencias de marcha: el tourbillon.
El principio, que él imaginó en 1795 y que perdura hoy día, era de una maravillosa ingenuidad. En lugar de ser montados de manera fija en un movimiento, los órganos del escape (rueda, áncora y volante) son reunidos en una jaula móvil. Esta jaula, muy ligera, es arrastrada sobre sí misma por un rodaje motor y hace alrededor de una vuelta por minuto. Montado en esa jaula, el escape está en cierto modo satelizado en torno al volante y cambia continuamente de posición, eliminándose así las diferencias de marcha del volante.
El progreso realizado fue inmenso. Considerando que en la época los relojeros que llegaban a mejorar la precisión de los relojes de bolsillo eran los que alcanzaban más fama, Breguet sopbrepasó naturalmente con ello a todos sus colegas.
Definición del libro Relojes, de Luis Montañés, publicado por Diccionarios Antiquaria
3 comentarios:
quieres uno?? :)
Otras complicaciones me atraen más, pero sí, no estaría mal tener uno.
pórtate bien y pídeselo a los Reyes.
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