sábado, 6 de noviembre de 2010

Tourbillon

Los relojeros más exigentes de la segunda mitad del siglo XVIII deploraban el hecho de que los relojes de bolsillo, incluso muy perfeccionados, tuviesen marchas diferentes según se les pusiera en plano o en posición vertical. Era preciso hallar un sistema para obtene mayor regularidad, con independencia de la posición que tuviese el reloj.

A.L. Breguet, relojero ya reputado por su profunda comprensión de la mecánica y su sentido intuitivo, inventó el dispositivo increíble que iba a anular estas diferencias de marcha: el tourbillon.
El principio, que él imaginó en 1795 y que perdura hoy día, era de una maravillosa ingenuidad. En lugar de ser montados de manera fija en un movimiento, los órganos del escape (rueda, áncora y volante) son reunidos en una jaula móvil. Esta jaula, muy ligera, es arrastrada sobre sí misma por un rodaje motor y hace alrededor de una vuelta por minuto. Montado en esa jaula, el escape está en cierto modo satelizado en torno al volante y cambia continuamente de posición, eliminándose así las diferencias de marcha del volante.
El progreso realizado fue inmenso. Considerando que en la época los relojeros que llegaban a mejorar la precisión de los relojes de bolsillo eran los que alcanzaban más fama, Breguet sopbrepasó naturalmente con ello a todos sus colegas.
Definición del libro Relojes, de Luis Montañés, publicado por Diccionarios Antiquaria

3 comentarios:

davidiego dijo...

quieres uno?? :)

Xocas dijo...

Otras complicaciones me atraen más, pero sí, no estaría mal tener uno.

davidiego dijo...

pórtate bien y pídeselo a los Reyes.