miércoles, 17 de junio de 2009

De paso por Munich

Marienplatz

Estos días estoy en Munich. Es la segunda vez que visito la ciudad y me gusta. Aunque viajar rompe la rutina diaria y obliga a hacer cábalas para poder entrenar, a veces merece la pena. Este es el caso.
El parque olímpico

Por la tarde he aprovechado para rodar tranquilamente en dirección al parque olímpico. Esa zona de la ciudad siempre tiene mucha animación. Gente haciendo deporte, paseando, bebiendo cerveza (¡como no!). La verdad es que salí del hotel con una sensación de pesadez en las piernas horrible. Supongo que estar todo el día de pie no ayuda. La cena de anoche tampoco (le dí una segunda oportunidad al chucrut y la desperdició miserablemente). Pero poco a poco me he ido desperezando.

Y pensaba que llevar las zapatillas en la maleta es una forma estupenda de conocer los sitios a los que vas, cuando tienes poco tiempo. Así, he recordado una carrera antes del desayuno y bajo la nieve en Volsfburg. La sorpresa que fue descubrir Liubliana (absolutamente recomendable). Aquella carrera matutina por el Bagés. O las carreras por los alrededores de Abington en Cambridge.

Aquí se cenan platos típicos con un ambiente increíble. En el interior tocan en vivo y si pides una cerveza te sirven un litro.

Claro que esto no supone que la forma física de uno mejore. Al menos no al ritmo cervezero muniqués. Aunque es conveniente recordar, que si se trata de reponer líquidos con abundantes hidratos de carbono, el medio litro o litro que por aquí es habitual al pedir una consumición, cumple a la perfección. Prost!

Después de bloguear, ¡a dormir!

6 comentarios:

davidiego dijo...

hemos compartido lugares, aunque en tiempos distintos. Una pequeña carrerita es la mejor manera de echar un primer vistazo a las ciudades.

Mildolores dijo...

O te has colado en mi album de fotos o todos fotografiamos lo mismo. ¡Joder, es que hasta la terraza parece la misma!
Preciosa ciudad, casi tanto como Berlín.

Furacán dijo...

Pues tiene razón, mola el turismo de zapatilla aun que yo fijo que me pierdo jeje Que disfrutes en lo posible de tu estancia!!

Atalanta dijo...

A mí me sorprendió. Me gustó mucho. Estuvimos después de Roth durante dos días y no paramos. Y sí, nos tomamos un litro de cerveza cada uno, como debe ser. Es evidente, una sociedad en la que la medida estándar de cerveza es el medio litro está mucho más avanzada.

Manuel Tintoré Maluquer dijo...

Bien hecho. Siempre que salgo fuera de mi entorno habitual me llevo las zapatillas y esté donde esté salgo a correr por la ciudad y es una sensación que me gusta y es muy recomendable. Un abrazo, nos seguimos leyendo.

Xocas dijo...

Davidiego, sí, es una buen método cuando el tiempo escasea.

Mildolores, son lugares comunes. En Berlín no he estado, me han dicho que es muy animada.

Furacán, alguna vez ya me he perdido. Pero no hay mal que por bien no venga, se hace un rodaje más largo.

Atalanta, a mi también me sorprendió. Hace un par de años tuve más tiempo y pude visitar más sitios y detenerme en ellos. Conservaba un recuerdo agradable y todavía lo mantengo.

Manuel, los que me conocen ya lo saben: las zapatillas nunca faltan. Mira que animo a mis compañeros, pero sigo siendo el rarito.