lunes, 22 de junio de 2009

De perdidos a Cangas

Después de todo un curso escuchando lo divertidas que son las carreras de orientación y tras alguna resistencia por mi parte, por aquello de hacerme el interesante, finalmente decidí participar en el primer trofeo de orientación del concello de Cangas. Suponía que iba a pasarlo bien. Después de todo, este deporte combina ingredientes de mi gusto: deporte al aire libre, de resistencia, en contacto con la naturaleza y con un toque de aventura. Y, en honor a la verdad, me lo he pasado de miedo.

La prueba se desarrollaba entre la playa de Nerga, y la zona de dunas y el monte colindantes. Un sitio precioso. El día estaba despejado y hacía algo de calor, supongo que más de 30ºC. Espectacular el ambiente: mayores, niños, gente joven. He conocido a más gente en una sola carrera que en las cuatro carreras populares en las que he participado este año. Esto me encanta.

El comienzo tuvo su gracia. Un amigo me inscribió en la carrera, pero llegué al lugar antes que él. Así que me dirigí a al tablón con las listas de inscritos y comprobé que competía en el club de la Universidade de Vigo. ¡Qué emoción! La primera vez que no voy de independiente y me toca defender unos colores, deportivamente hablando, claro. Me voy a la mesa en la que entregaban los dorsales:
- Si compites por la Universidade de Vigo tienes que hablar con Armada quien tiene todos los dorsales.
- ¿Y quién es Armada?
- ¿Cómo? ¿No conoces a Armada?
- No, es la primera vez que vengo y me inscribió un amigo.
- Pues ahora no lo veo.
- No te preocupes, ya me busco la vida.

Al cabo de un rato oigo: "¿Alguien sabe quién es Xocas?". Me voy para allá corriendo y asunto arreglado. En realidad, no fue tan fácil, tuve que dar algunas explicaciones. Pero ya se sabe, somos gallegos. Lo nuestro es preguntar y jugar al despiste. ¿O no? Pero vamos a la carrera.

La emoción de hacer algo por primera vez, no tiene precio. Supongo que es habitual, salíamos en grupos de tres, pero cada uno tenía un recorrido diferente. En mi caso, estaba apuntado a iniciación larga. En teoría 3,3km y 13 puntos de control. Se da la salida, con cuenta atrás incluida y a correr. Mapa, brújula y tarjeta de control en mano, nos dirigimos al primer punto marcado. Después, a buscar los puntos de control. Hubo momentos en los que corrí como un condenado, otros en los que caminé, no sufrí ninguna caída (menos mal, últimamente no gano para sustos) e incluso encontré alguna baliza muy rápidamente. Pero también me perdí. "Recuerda, busca puntos de referencia" y el menda en medio de un monte rodeado de árboles "¿qué referencia si todos los árboles son iguales?" Marcha atrás y vuelta a empezar. "El mapa siempre está bien" "Entonces, dónde está el curso de agua. Vaya, si está punteado. Va a ser que puede no estar". Un bonito fallo de principiante, no comprobé la escala, así que siempre creía que tenía que hacer recorridos más largos. De hecho, me pasé de baliza varias veces.

Foto de la noticia que salió publicada en la edición digital de Faro de Vigo.

Me encantó finalizar acabando corriendo por la playa, a esas horas, a tope de bañistas. Por una vez, no veo los toros desde la barrera. El "por una" quizás no sea muy exacto, pero es que tuve la sensación de estar en el bando adecuado. Al final completé el recorrido en una hora y diez minutos. Evidentemente, hice más de 3,3km. Este tiempo me clasificó en la 19ª posición de 49 participantes que finalizaron el recorrido. No está mal para la primera vez. Tras el avituallamiento: dos litros de agua, dos naranjas y un bocata de chorizo, no perdí la oportunidad de darme un chapuzón en la playa. ¡Esto es vida!

En donde quizás me equivoqué, fue suponer que la carrera iba a transcurrir como un entrenamiento ligero. Así que el día anterior entrené y, al día siguiente, las dos horitas de bici (no hubo tiempo para más) no discurrieron con las mejores sensaciones. Más bien tenía las piernas pesadas. Claro que con el sol de primera hora del domingo, una brisa fresca y los paisajes que por aquí disfrutamos, todo se lleva mucho mejor.

That's all folks! Y no olviden esto, la vida no es un deporte para espectadores. El lema no es mío, sino de estos señores (el vídeo me ha encantado, sí que hay buena publicidad).

Nota1: Creo que para la próxima temporada haré el campeonato gallego. Al menos en parte. Puesto que la temporada es complementaria a la de triatlón, puede ser una buena idea. Ya veremos.
Nota2: Todavía no sé cuando podré disfrutar de las vacaciones. Mientras tanto, no me llegan los fines de semana del verano para todo lo que tengo previsto. Estoy por enviar unos telegramas a casa para disculparme por no aparecer por allí. ¡Mami es broma! En septiembre tengo un hueco, ¿o coincide con el cross de Penedos do Lobo? Tengo que repasar la agenda.

5 comentarios:

davidiego dijo...

nota1: estás que te sales, por eso haces de más.
nota2: si no ves a la familia porque compites, forma equipo con la familia.

Furacán dijo...

Que crack! lo hiciste muy bien, yo en la única carrera de orientación corta en que participé perdí la hoja donde se picaban las balizas (pero la encontré al final eh? que conste, eso si que era difícil) y acabé fuera de control jajaja
No sabía yo de esa carrera, no era mal plan.

Jetlag-Man dijo...

Fenomenal para ser la primera vez. La próxima te sales, maquinón.

Mildolores dijo...

Pues tal y como lo cuentas, el caso es que abre las ganas de apuntarse a alguna.

Xocas dijo...

DD: Nota1: son las endorfinas, voy chutao (lo cual no quiere decir que vaya rápido :-D)
Nota2: La familia no se deja hacer equipo, pero hace buenos reportajes (si viene, claro).

Furacán: gracias, supongo que es la suerte del principiante.

Ramón, ya me gustaría. Lo que tengo claro es que habrá próxima vez. Tengo curiosidad por hacer una de estas carreras con frío y lloviendo.

Mildo, cuidado, cuidado...que te puede gustar.