jueves, 6 de mayo de 2010

Encuentro inesperado

He venido a una feria a Madrid. Voy a tiro fijo, así que llegué temprano por la mañana y regreso en un par de horas. Al cabo del año asisto a pocas ferias, pero viajes como este hago unos cuantos. De la feria poco que contar en este blog. Como nos sobró algo de tiempo, visitamos un par de pabellones que estaban en reserva.
Entramos en el último de ellos e inmediatamente me acordé de un amigo de mi abuelo materno que trabaja en el sector. Empecé a hablar de él a mi compañero de trabajo. A los pocos minutos veo un expositor enorme de su empresa y a él sentado en una mesa con unos clientes. Dudo de si es él realmente. En frente está su hija. Sí que es. Me presento con una sonrisa en la boca, hacía más de diez años que no lo veía. ¿Te acuerdas de mí? Un sí titubeante, su memoria se remueve pero no acaba de situarme. Te voy a dar más pistas, soy de Ribadavia, hijo de... si hubiese dicho el nombre de mi abuelo sería demasiado fácil. Me confunde con uno de mis primos. Si le viese ahora no habría tenido duda. En fin, charlamos durante unos minutos. Su mujer también está en la feria pero no la veo, y me hubiese gustado. La vida se ha portado con él como tiene por costumbre, una de cal y muchas de arena, pero muchas. En su cara se refleja esto y aparenta mucha más edad de la que tiene.

Abandoné el pabellón en estado de shock. Me alegré de verlo pero, a su vez, me ha traído tantos recuerdos de aquellos que no están. A veces esto es insoportable. Mi madre me ha preguntado si se alegró de verme. Creo que no, o sí. Mi impresión es que yo también le he traído muchos recuerdos de tiempos mejores, de posibilidades perdidas, de amigos que no se olvidan. Quizás por ser un hombre experimentado, desde el comienzo esto se reflejó en su cara.
Cuida a los que quieres, aprovecha el momento.

7 comentarios:

Atalanta dijo...

Es una lástima que la vida no tenga manual de instrucciones o quizá es tan simple que no acabamos de apreciar lo esencial aunque lo tengamos ante nuestros mismos ojos.

Manuel Tintoré Maluquer dijo...

Dejamos pasar tantas cosas y tantas situaciones por considerar que no son importantes que al final de la vida ya no tenemos tiempo de rectificar los errores, ¿por qué seremos tan imperfectos?

Triatlòn Nazareno dijo...

bueno buena entrada del blog, las personas se van otras vienen , pero siemprenos quedan en los recuerdos , por Galicia las relaciones tanto de amistad como familiares son diferentes como por ejemplo aqui en Andalucia , mi mujer es gallega y te puedo decir que al principio no comprendia muchas cosas pero ahora entiendo lo importante que es la amistad para un gallego ,saludos

XTB-XAVI dijo...

Wow...que post más crudo y real...pero gracias, es bueno recordar que en la vida ¨s
olo existe una oportunidad para hacer feliz a alguién¨

Saludos!

¨XTB¨Xavi.

Mildolores dijo...

Buenísima entrada.
Parece que andamos ultimamente de reflexiones profundas. ¿O no son tan profundas? Yo creo que algunos lo llevamos muy a flor de piel.

Saludos.

MAE dijo...

Pues si lo importante en esta vida cuidar a los qu tenemos cerca y valorar las "pequeñas cosas" esas nunca nos vana a fallar, hay que vivir cada segundo que nos da la vida con entusiasmo .... es fácil decirlo pero que difícil hacerlo, los reveses nos distorsionan en esta misión más amenudo de lo que nos gustaría.

Besicos

Xocas dijo...

Atalanta, sí, una lástima. Y las pequeñas cosas hacen grande la vida y también la estropean en ocasiones.

Manuel, quizás porque somos humanos (y tenemos una visión muy limitada).

Gracias Nazareno. La amistad es importante y la familia también.

Xavi, real y sentido. Ver a esta persona me ha supuesto un impacto muy fuerte.

Gracias Mildo. Tienes razón, quizás a flor de piel, más que profundas.

Mae, es más difícil hacerlo que escribirlo. Pero es bueno tener los conceptos claros y esforzarse por lo que realmente merece la pena.