miércoles, 9 de mayo de 2012

Un paseo por Finlandia

Ahora que estoy fuera de casa, tras unas semanas sin viajes de trabajo, he recordado que a finales de octubre viajé a Rauma en Finlandia. El viaje se hace pesado. Vuelo de Vigo a Madrid, de Madrid a Helsinki y de allí a Pori. De Pori a Rauma, un paseo en coche hasta el destino final.
Con quince minutos de tiempo para pasar de un avión a otro en Helsinki, y sin tarjeta de embarque, lo raro sería que no hubiese alguna complicación. En Madrid me habían asegurado que no tendría problema, así que me dirigí confiado al mostrador de la puerta. No figuraba mi billete, sí el de mi compañero. Tras unos minutos en los que me imaginaba conduciendo hasta Rauma mientras Pepe volaba cómodamente, se soluciona el problema. La tarjeta de embarque, la de la la primera foto.
Aquel día tocó entrenar, pero ya estaba torcido. No por un pequeño inconveniente de viaje, sino porque recibí un gran disgusto que llevó acarreada una preocupación enorme. Salí del hotel de noche, abrigado (la temperatura rondaba los 0º) y con la cabeza en otra parte. Troté hacia las afueras de Rauma para realizar mi entreno y, al regresar, descubrí que no sabía por donde había venido. En general, tengo buen sentido de la orientación. Si no me equivoco, era la primera vez que me pasaba algo así. Llegué a una glorieta en la que había una locomotora y a la que llegaban media docena de calles. Probé por una, no era. Probé por otra, tampoco. Empezaba a cansarme, pregunté a unos viandantes, era su primera noche en la ciudad (¡qué suerte!). Entré en un local de comida rápida y solucioné. Menos mal, porque al parar me enfrié y notaba que me estaba quedando frío...catarro a la vista, pero libré.
El tópico es que es un país civilizado, y lo es, mucha gente haciendo deporte por la calle. Ya se sabe, tengo mis teorías. Pero no tan formales. Al día siguiente, con un retraso de dos horas que dolieron porque para llegar a la hora tuvimos que madrugar lo nuestro, empezamos un día de trabajo muy interesante. Salimos no muy tarde y aprovechamos para pasear por el pueblo, tomar una cerveza y retirarnos al hotel temprano. La tormenta en Vigo había pasado y estaba molido.
Me sabía mal regresar sin completar una carrerilla por Rauma a plena luz del día. Además, los planes de entreno se hacen para respetarlos. Por tanto, madrugué el viernes para correr antes del desayuno. Tomé el carril bici que me sorprendió por su calidad y longitud. En las afueras, pero las del otro extremo del pueblo, vi que un camino ascendía por el monte. ¡Qué ilusión! Trotar entre los árboles me apetecía muchísimo. Tomé la senda y en nada me encontré con un hombre de unos sesenta años que paseaba con un pastor alemán. Me dijo algo incomprensible. Le contesté en inglés que no hablaba finlandés. Tardo un par de segundos en contestar. Movió la cabeza y pronunció un sonoro "yes". Me faltó el canto de un duro para decirle en español "y tú no hablas inglés", pero hay que respetar a los mayores. Al final, deduje que me había dicho que no podría correr por donde iba porque estaba todo helado.
Y poco más hice allí. No tuve tiempo para hacer más turismo, ni un minuto en Helsinki, ni de ir a buenos restaurantes, ni nada más. Un viaje de trabajo es un viaje de trabajo.

6 comentarios:

davidiego dijo...

el trabajo realiza, pero te sacaste unas buenas carreritas..

Manuel Tintoré Maluquer dijo...

Saludos, fiera.

Si te lo tengo que explicar... dijo...

Entreno de calidad (por lo turístico).
Una experiencia más para la saca.

XTB-XAVI dijo...

Xocas viajes de trabajo también intento aprovechar para ir a correr por lugares desconocidos y perderse...sí también me ocurrió por TOkyo!!jajajaja

Una abrazo y buenos entrenos!

Xavi.

afca dijo...

y además lo mejor que tiene finlândia es el camiño de regresso a vigo,
saludos!

Xocas dijo...

DD, por supuesto. Es algo que me gusta mucho, hacer turismo a ritmo de carrera.

Saludos Manuel

Ironmanu, el susto sí fue de calidad. Pero de todo se aprende.

¡Cuánto tiempo Xavi! Sí es divertido correr por lugares desconocidos.

Claro que sí Agostinho, no hay como volver a casa (que es el lugar en donde están los tuyos).