Un recuerdo de otro tiempo
Debe pasar a menudo, porque los caminos estaban repletos de senderistas, ciclistas y huellas de caballos. También un grupo de corredores entrenaban alegremente. Cada poco saludaba a alguien. Alguno me miraba con cara de sorpresa, la expresión de otros era difícil de interpretar.
-Por aquí no puedes pasar. Podrías lastimarte.
- ¿Acaso te he pedido que cuides de mí?
Primero corrí, pero hubo un momento en el que sólo se podía andar o escalar. El corazón latía con fuerza, las piernas ardían y las gotas de sudor se despedían de mi yendo a parar al suelo. Estaba disfrutando. Estaba llegando.
Ya toco el cielo
Me detuve unos minutos. El aire era fresco. La ciudad estaba a los pies del monte. Se veían los pueblos cercanos, las Cíes, el oceano. Recordé que tenía que bajar.
Otro día continuo la sierra. ¿Un maratón solitario? ¿Me concedo cinco o seis horas?
Las bajadas son divertidas. Casi había bebido el bidón, iba ligero. Me adentraba en los senderos entre los árboles, en alguna ocasión me salté las indicaciones, marcha atrás. Iba veloz, bajando todos los santos ayudan.
¿Otra cantera ilegal? ¿Cómo será que estas cosas sólo las vemos unos pocos?
Corro al encuentro de mi mismo
Veo la luz, pero la luz no llega. Tengo que seguir corriendo.
5 comentarios:
moolan estos entrenos que te casca tu entrenador!
Algún día tenemos que hablar de rutas cerca de Vigo que yo llevo poco tiempo por aquí y no conozco ni la mitad. Un abrazo.
Ya veo que si que disfrutas de los entrenos, estupenda ruta. Supongo que sería posible unir el Galiñeiro con la Grova y algún otro pico más por ahí, no estaría mal que se organizara un maratón por la zona.
Buen circuito, sí señor. Nos seguimos leyendo. Saludos.
Davidiego, estos rodajes largos merecen la pena.
Grimo, cuando quieras hablamos o, mejor aún, quedamos para correr.
Furacán, puede ser una buena idea, pero no lo digas muy alto no vaya a ser que te caiga otro encargo tipo Ribeiroman, que lo tienes pendiente ;-)
Manuel, eso es.
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