Hoy el trabajo me llevó hasta Ribadeo. Ya de regreso tenía que hacer una parada y paré en Mondoñedo. Allí pasé un día de Semana Santa de hace unos años, durante el transcurso de una ruta por el norte de Galicia. En aquella ocasión reservamos con poca o ninguna antelación los hoteles. Recuerdo que nos alojamos en un hostal que venía en primer lugar en la guía. Nos atendió la madre Norman Bates. El hostal estaba situado en la ladera de la montaña y debido a su tamaño y forma tenía varios pisos que salvaban un desnivel significativo. Así, cada piso era alargado pero estrecho. Las paredes estaban pintadas con un verde descolorido y la pintura cuando no tenía moho se había perdido. Los baños no funcionaban bien y se veían telas de araña en los techos. Las camas estaban limpias. Pasamos la noche allí.
Al amanecer comprobamos que la vista era magnífica: el valle verde, Mondoñedo al fondo. Lo poco que decía la guía era literalmente cierto "hermosa vista sobre el valle del Masma y la ciudad". Ni más, ni menos.
- Álvaro, tu pueblo es casi tan bonito como el mío.
- Mira para el de Ribadavia. ¡Qué te digan esto cuando no puedes abrir la boca!
Mondoñedo es un pueblo pequeño y bonito. Hoy bajé del coche y fui hasta la plaza de la catedral. Me tomé un refresco y compré una de las famosas barritas energéticas del lugar, que tienden a ser circulares y estar rellenas de cabello de ángel. Carbohidratos de absorción rápida.
El día también se podría ver como un salí de casa a las siete y media y regresé a las nueve y media. Después de seiscientos quilómetros en coche, me conformé con la gimnasia con pesas para las piernas y unos estiramientos, mientras veía algunos vídeos como éste. Con las crónicas que se leen estos días, bien poca cosa, pero cada palo debe aguantar su vela.
5 comentarios:
Más contenido tiene esta entrada que mi puñetero cartel. Voy a ver si paso página, pero cosa tengo, oyes.
bonita ruta la del vídeo, dan ganas de volver con la btt...
El vídeo está chulísimo, lo mejor que ha aportado Lance Armstrong al facebook jejeje
No conozco Mondoñedo mira tú, habrá que ir un día por ahí pero es que queda en el culo del mundo. Si para el año hacen un doble olímpico en Asturias es una buena opción para volver por ahí y pillarse una barrita energética de esas.
Vamos Mildo, honrado de que lo escribas, pero tu blog se sale.
Davidiego, ¡y que lo digas! Aunque me temo que haría "algo" menos que las 100 millas.
Furacán, je, je, tienes razón, uná buena aportación. Mondoñedo sí que queda a desmano, pero merece la pena la visita, lo mejor, haciendo ruta.
Bonito lugar y esas tartas que preparan vale la pena repetir
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