lunes, 1 de marzo de 2010

Sobre los expertos

Las oficinas, si alguien quiere venirse, le alquilan unos miles de metrillos.

Me han convocado a Bruselas para trabajar en calidad de experto. No vayáis a creer que estoy presumiendo, una cosa es que le llamen a uno experto y otra bien distinta que lo sea. Aunque recientemente he aprendido que se puede ser experto sin tener necesariamente unos profundos conocimientos de una materia dada. Es decir, uno puede ser experto porque tiene una mayor visibilidad que la mayoría de las personas en un campo determinado. Así, en una empresa que fabrica ascensores, un experto puede ser el ingeniero que calcula la estructura del ascensor, seleccionando los materiales más adecuados y diseñando la forma de unirlos. Con sus muchos conocimientos técnicos y años de experiencia. Un experto al uso. Mientras tanto, otro experto puede ser el gerente, quien tiene visibilidad sobre el mercado de los ascensores y sus tendencias, los métodos generales de diseño y fabricación, pero sin saber mucho sobre el producto que vende la empresa que dirige. De acuerdo con esta última definición, es fácil ser experto en algo. O eso creía yo.
La sauna, de lejos, lo mejor del hotel. No me hagáis hablar del resto.

Todo el día con molestias en la rodilla, como durante los últimos tres. La verdad es que estuve tan metido en el trabajo que sólo me daba cuenta al levantarme a por un vaso de agua o cualquier otra cosa. Por tanto, llegué al hotel y me dije: 45 minutos corriendo. Si siento molestias los cambio por la elíptica. Si sigo sintiendo molestias, cancelo el entreno de hoy. Me subo a la cinta (hoy no me apetecía pasar frío) y desaparecen las molestias. No sé para que escribo aquello de “piensa como un abejorro, entrena como un caballo”, porque ya emocionado decidí quemar la lasaña de mediodía a golpe de ritmo infernal. Se suponía que esto no tocaba, pero ya está hecho.
Las vistas desde la sauna (piso 29).

Después de estirar en la sauna e irme a cenar, regreso al hotel sin molestias. Entre la ida y la vuelta, una hora caminando. Creí que entendía a mi cuerpo, algo, y resulta que no tengo ni idea. No soy experto ni en el conocimiento de mi mismo. Habrá que seguir estudiando.
Llegué con mucha hambre al restaurante. Cuando me acordé de quitar la foto, ya era tarde.

6 comentarios:

davidiego dijo...

en qué eres experto?
te vas a sacar el master en gofres?

Mildolores dijo...

Master del universo.

inma dijo...

Y que materiales son ideales para un ascensor??
Por favor presentar el diseño en las TORRES COLON, el otro día fuí y me dije que es esto si parece un montacargas, un ascensor gris que acojona subir.. NO COMENT NO ME GUSTAN LOS ASCENSORES, bajé andando. Hoy he tenido que volver y directamente me he subido andando a la 10ª planta... PASO DE LOS ASCENSORES HASTA QUE INSTALEN LOS DE LOS EXPERTOS..

Xocas dijo...

Davidiego, eres un curioso. De acuerdo con el primer planteamiento, en nada. De acuerdo con el segundo, en tecnologías de unión (pero ya he demostrado que ese planteamiento es un poco flojo).

Mildolores, máster de nada, aprendiz de todo (y gracias).

Inma, lo mío no son los ascensores, pero lo que cuentas me recuerda una anécdota curiosa. Una vez participé en una reunión que trataba sobre el diseño de un nuevo ascensor. Ya llevábamos un rato en materia (como era mi primera vez, ver oír y callar), cuando al consejero delegado de la empresa se le hincharon las narices y dijo algo así como "es que esta botonera nuestra estaba bien hace cinco años, pero ahora, ahora es una puta mierda, ¡hay que cambiarla! Vamos, la opinión del experto sin ambigüedades, las cosas, como son.

davidiego dijo...

tecnologías de la unión:
+ eres cura moderno o haces bodas por lo civil y cibernéticas?

Xocas dijo...

¡Pero qué casamentero estás hecho! Que no, hombre, lo mío es unir un lío con un problema con una afición y quedarme sin tiempo antes de hacer bien alguna de estas cosas.